Nació en 1901, en San Petersburgo;
murió en 1961 en Moscú. Empezó su carrera de intérprete en 1918, cuando aún era
estudiante. En 1928 realizó una gira en Francia. Entre 1937 y 1938 ofreció una
serie de 12 conciertos, altamente aclamados, en Leningrado en los cuales
ejecutó un amplísimo repertorio de obras, cubriendo desde Bach hasta el siglo
XX. Además de su carrera de pianista, fue profesor en los Conservatorios de
Leningrado (1936-1942) y en Moscú (1941-61). En el transcurso de su carrera,
que pasó en gran parte inadvertida en Occidente, se estableció como uno de los
más importantes intérpretes de Scriabin – su compositor favorito (y su suegro
también). Su pianismo se distinguió por un marcado sentido de individualidad,
una inspiración espontanea, y una exuberancia romántica.
UN INTÉRPRETE ESPIRITUAL Farhan
Malik
La reputación de
Sofronitsky en su nativa Rusia casi no tuvo paralelo, y para sus fieles
admiradores un recital suyo era un evento espiritual. Sus colegas, incluyendo a
Sviatoslav Richter, Emil Gilels, y Heinrich Neuhaus, le tenían la más alta
estima. Cuando Richter y Sofronitsky brindaron para sellar su amistad,
Sofronitsky declaró que Richter era un genio; la inmediata respuesta de Richter
fue llamar a Sofronitsky un Dios…y se dice que Gilels, al enterarse de su
muerte, dijo “el más grande pianista en el mundo ha muerto.”
¿Que tenía su manera
de tocar que hizo que lo deificaran su público así como sus colegas? Su sonido
era hermoso, tenía una técnica que lo permitía todo, y su manera de tocar
encarnaba una amplia gama de colores y texturas, pero esto mismo se podría
decir de muchos pianistas de primera clase. Cuando estaba en su mejor forma,
sin embargo, su manera de hacer música parecía trascender los límites de la
expresión normal y entrar en un ámbito nuevo en el cual cada emoción podía
proyectarse desde dentro de la música y hacia sus audiencias. Es esta
indefinible espiritualidad de su arte que lo pone en un lugar aparte, aun
cuando también llevó a ejecuciones y grabaciones de diferente nivel.
Dependiendo del humor en el que se encontrara, podía tocar con la mayor
inspiración o, cuando atravesaba una severa depresión, de una manera
completamente diferente a lo que el sabía. El era uno de sus críticos mas duros
y en ocasiones después de algún concierto podía decir que había tocado
terriblemente, “como un afinador de pianos”, aún cuando su audiencia pensara
completamente diferente. Sus interpretaciones de una obra podían diferir
dramáticamente de una ejecución a otra.
Esto podría dar la impresión de que Sofronitsky era simplemente un pianista
intuitivo cuyas interpretaciones estaban basadas solo en lo que sentía en el
momento, lo cual está muy lejos de la verdad. El explicó alguna vez que podía tener
doce maneras diferentes de como interpretar una obra y que simplemente no sabía
de antemano cual iba a ofrecer – eso dependía en como percibía el público y en
como se sentía en el escenario.
SOFRONITSKY interpreta obras de Schumann, Mozart, Schubert y Chopin:
SOFRONITSKY interpreta Scriabin:
SOFRONITSKY interpreta obras de Schumann, Mozart, Schubert y Chopin:
SOFRONITSKY interpreta Scriabin:
SONATA NO. 3 DE SCRIABIN:
Finalmente comparto un enlace con palabras de la pianista María Yudina sobre Sofronitsky:
http://www.math.uchicago.edu/~ryzhik/sofr.html
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