Las seis Partitas para teclado de J. S. Bach (BWV
825–830) son las suites más demandantes técnicamente que compuso Bach. Fueron compuestas
entre 1725 y 1730 o 1731.
Asimismo, en comparación con sus otras suites, las Partitas son las que muestran mayor libertad en términos de estructura.
Por ejemplo, cada una empieza con un movimiento de apertura de estilo diferente.
Aun cuando fueron publicadas
separadamente, las Partitas fueron reunidas en un sólo volumen (1731), conocido
como el Clavier-Übung I (Práctica del Teclado). La intención
original de Bach fue publicar siete Partitas. Esto se puede ver en las
tonalidades de la colección que siguen una clara estructura, Si bemol - do, la
- Re, Sol - mi, dejando a Fa como la conclusión lógica. El Concierto Italiano,
que está en Fa y que fue publicado en el Clavier-Übung II, probablemente
se originó como una de las Partitas antes de moverse más allá de los limites de
la forma de la Suite.
J. N. FORKEL |
J.N. Forkel, en su biografía de Bach (1802), describió el impacto que
las partitas tuvieron en el tiempo de su composición:
Esta obra causó sensación entre sus contemporáneos en el mundo de la música; tan esplendidas obras para teclado nunca se habían visto ni escuchado. Quienquiera que aprendiera cualquiera de estas piezas a un nivel elevado podía tener fortuna en el mundo.
Contemporáneos de Bach como J.
Mattheson (1731), J.C. Gottsched (1732) y L.C. Mitzler (1738) están de acuerdo
con Forkel, sobretodo en cuanto a las extremas demandas técnicas de estas obras.
Antecedentes Históricos
Iglesia de Santo Tomás |
Para cuando Bach fue designado cantor en
la Iglesia de Santo Tomás y director de música en Leipzig en la primavera de
1723, él ya había establecido su reputación como un virtuoso del teclado… Como
compositor también demostró que era capaz de componer en varios estilos, desde fugas
muy complejas hasta piezas “galantes” como las de sus suites.
Para su solicitud al puesto en Leipzig, Bach presumiblemente… presentò una lista de obras educativas que había recientemente preparado para sus pupilos: las Invenciones y las Sinfonías (1723), y el Clave Bien Temperado (1722). Por otra parte, el hecho de que su antecesor en el puesto fuera J. Kuhnau (1660–1722), un gran compositor para el teclado, representó una importante inspiración para componer las Seis Partitas.
Para su solicitud al puesto en Leipzig, Bach presumiblemente… presentò una lista de obras educativas que había recientemente preparado para sus pupilos: las Invenciones y las Sinfonías (1723), y el Clave Bien Temperado (1722). Por otra parte, el hecho de que su antecesor en el puesto fuera J. Kuhnau (1660–1722), un gran compositor para el teclado, representó una importante inspiración para componer las Seis Partitas.
El origen de la serie de
Clavier-Übung
Fue finalmente en el otoño de 1726, que
Bach logró publicar la primera partita. La página del título dice lo siguiente:
Práctica del Teclado, consistente de preludios, allemandes, courantes, sarabandes, gigues, minuets, y otras galanterías, compuestas para los amantes de la música, para refrescar sus espíritus, por Johann Sebastian Bach, Maestro de Capilla de Su Alteza el Príncipe de Anhalt-Cöthen y Director Coral de Música de Leipzig. Partita I. Publicada por el Autor. 1726.
Esta obra fue seguida por las Partitas
nos. 2 y 3 en 1727, la número 4 en 1728, y las nos. 5 and 6 in 1730. En 1731
Bach junto las seis partitas y las volvió a publicar como su “Opus 1”. Al hacer esto, Bach buscaba reducir riesgos financieros, ya que las ganancias de las ventas
anteriores podían ser reinvertidas en sus futuras producciones.
También sabemos hoy que Bach uso las
conexiones con sus amigos personales para las ventas afuera de Leipzig: C.
Petzold (en Dresde), J.G. Ziegler (Halle), G. Böhm (Lüneburg), G.H.L.
Schwanenberger (Brunswick), G. Fischer (Nuremberg), y J.M. Roth (Augsburg). Todos
ellos eran figuras reconocidas en sus lugares de residencia, y más allá, lo que
permite pensar que probablemente Bach esperaba que los principales compradores
de sus partitas serían ejecutantes más serios que simples ‘amantes de la
música’.
Las partitas de Bach tuvieron como modelo la obra de
Kuhnau: Neue Clavier-Übung; de esta obra Bach tomó el título general así
como el nombre ‘partita’. Sin este vínculo histórico no se puede explicar
porque Bach decide publicar este tipo de música para entretenimiento en ese
entonces. Kuhnau, de hecho, publicó dos series de Clavier-Übungen, en
1689 y 1692 respectivamente, cada una conteniendo siete partitas. Estas fueron
unas de las obras para teclado más conocidas en aquel tiempo en Alemania. De
esta forma las partitas de Bach pueden ser consideradas como un homenaje a su
predecesor, no tanto por razones nostálgicas, sino como un ‘nuevo desafío de
composición’. Esto se evidencia en los contenidos estilísticos de las piezas de
Bach que muestran una intención de poner al día las contribuciones de Kuhnau.
El rompimiento con Kuhnau se puede ver en la forma de la colección. Bach
escribió solamente seis partitas en lugar de siete (de hecho se sabe por un
anuncio periodístico del 1 de Mayo de 1730 que Bach tuvo la idea de escribir
una séptima). El esquema de tonalidades de la colección es diferente; Bach tomó
la idea y la desarrolló de su predecesor. El esquema tonal de sus partitas
combina los modos mayores y menores siguiendo una secuencia que gradualmente se
mueve ascendente y descendentemente – 2da. arriba, 3ra. abajo, 4ta. arriba,
5ta. Abajo, 6ta. Arriba – la que forma un diseño bidimensional (o crescendo).
Carácter y Originalidad
Al igual que sus otras suites, las Seis Partitas siguen
el esquema básico de la suite: allemande–courante–sarabande–giga. Dentro de este
patrón cada suite persigue su propia variedad, primero al presentar cada una un
diferente movimiento de apertura, el cual determina el color y carácter de cada
partita, y en segundo lugar por las galanterías –piezas opcionales- que se
añaden cerca del final de cada suite. La diversidad de las partitas se
acrecienta por tener piezas que no son danzas, tales como el rondeau y la
burlesca, que contribuyen a la fluidez y carácter en cada suite. En la partita
no. 2, Bach escoge un capriccio en lugar de la giga como el movimiento final,
la cual proporciona una conclusión poderosa y convincente a esa obra.
(Traducción de información obtenida de la Wikipedia y del ensayo de Masaaki Suzuki en la página: http://www.music.qub.ac.uk/tomita/essay/CU1-e.html)
Johan Kuhnau |
Satisfecho del éxito de este proyecto, en los diez años
siguientes Bach continuó su serie de Clavier-Übungen con cuatro sets
más, los cuales constituyen la más completa obra que explora el arte del
teclado en el Barroco.
Carácter y Originalidad
J. S. BACH |
También es ingeniosa la manera en la que Bach maneja los
estilos de otros países. Por ejemplo en la manera en como distingue entre la
‘corrente’ (Italiana) y la ‘courante’ (Francesa).
Asimismo es interesante señalar la originalidad de Bach
en la riqueza expresiva que muestra al tratar de forma diferente un mismo tipo
de danza en diferentes suites. Por ejemplo en las dos allemandes de las
partitas nos. 1 y 4: la primera caracterizada por su fuerza y brillo mientras
que la segunda por su sofisticado lirismo. También es interesante la libertad
que Bach se toma en el tratamiento de la forma de algunas danzas es
interesante, ya que de esta manera enriquece sus posibilidades expresivas
inherentes. Los mejores ejemplos son las sarabandes nos. 3, 5 y 6 las cuales
comienzan con anacrusa.
Al publicar sus partitas es probable que, más que esperar
grandes ganancias, lo que realmente le interesaba a Bach era demostrar su conocimiento
de los últimos estilos y sus habilidades de composición con estos. En un tiempo
en el que Bach continuamente recibía diferentes formas de influencia de la
corte de Dresde y de sus músicos, el mensaje de Bach era claro: él era una
fuerza que se tenia que tener en cuenta. Uno puede sentir esta actitud en ese
entonces cuando empezaba ya a especular sobre la posibilidad de obtener el
título de Compositor de la Corte Real, un título que eventualmente recibió casi
diez años después de la publicación de su primera partita.
Finalmente incluyo la interpretación de la segunda Partita en do menor por M. Horszowski:
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