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jueves, 15 de noviembre de 2012

GRANDES PIANISTAS - SVIATOSLAV RICHTER


SVIATOSLAV RICHTER


Es considerado por muchos como el pianista más grande del siglo 20. y esto parece justo si se toma en cuenta su inigualable técnica, el equilibrio que siempre lograba entre el respeto por el autor y los aportes de su interpretación, la mayor importancia que daba a las grabaciones en vivo por sobre las grabaciones de estudio, su capacidad para actuar como acompañante e integrar conjuntos de cámara, su dilatada trayectoria (de más de sesenta años), el reconocimiento que consiguió del público y de sus colegas, y la amplitud de su repertorio.
Richter nació en Zithomir (Ucrania) el 20 de marzo de 1915. Su padre había emigrado de Alemania a Rusia. Era organista y fue quien lo introdujo a la música. A la edad de 8 años tocaba pasajes de ópera, costumbre que mantendría como adulto en reuniones informales con amigos. De joven fue autodidacta y desarrolló su técnica excepcional tocando piezas diversas. Tenía la habilidad de memorizar cualquier obra con solo verla una vez. Richter creció en Odessa, donde su padre enseñaba en el Conservatorio. Su debut como solista se produjo el 19 de febrero de 1934, en el Centro de Ingenieros de esa ciudad. El programa incluía solo obras de Chopin: la Balada no. 4, la Polonesa Fantasía, el Scherzo en mi mayor, y una selección de nocturnos, estudios y preludios. El recital fue un éxito y su carrera como virtuoso del teclado había comenzado.

En 1937 Richter fue a Moscú a estudiar con el gran pianista y pedagogo Heinrich Neuhaus. Este lo escucho tocar y dijo: “Aquí está el alumno que estuve esperando durante toda mi vida. En mi opinión, es un genio.” Años después, Neuhaus escribiría: “No he conocido a nadie que supiera aprovechar tanto sus cualidades.” El 26 de noviembre de 1940, mientras todavía era un estudiante del Conservatorio de Moscú, Richter hizo su debut en esa ciudad. Fue entonces que presentó por primera vez en público la Sonata no. 6 de Prokofiev, causando una gran impresión a la audiencia y al propio compositor. Cuando Prokofiev completó su séptima sonata en 1942, se la dio a Richter para el estreno. El la estudió en solo cuatro días y la presentó el siguiente mes de enero.
La primera victoria de Richter en una competencia se produjo en 1945, en el Encuentro de Ejecutantes de la Unión. El jurado estaba encabezado por Shostakovich y participaba también Emil Gilels. Richter obtuvo el primer premio. Shostakovich escribió después: “Richter es un fenómeno extraordinario. La grandeza de su talento arrebata y hace tambalear. Todo el arte musical le es accesible.” Richter ganó el premio Stalin en 1949 y obtuvo toda clase de distinciones y reconocimientos del gobierno soviético. Cuando se desempeñaba como jurado en el Primer Certamen Tchaikovsky que se realizó en Moscú en 1958, Richter se sintió tan impresionado por la ejecución de Van Cliburn que le asignó 100 puntos (cuando el máximo era de 10) y 0 a los restantes. Cliburn ganó, pero Richter nunca más fue invitado a integrar un jurado.

Los aficionados a la música de Occidente tuvieron su primera oportunidad de escuchar a Richter a través de sus grabaciones de los años 50, y su reputación entre los especialistas creció rápidamente. Cuando Gilels hizo una gira por los Estados Unidos en 1955, su respuesta a los críticos que alababan sus ejecuciones era: “Esperen a escuchar a Richter.” En mayo de 1960 fue autorizado a viajar a Occidente, pero sólo hasta Helsinki. Cinco meses después hizo su debut en Chicago. Tocó el Segundo Concierto de Brahms, con la conducción de Erich Leinsdorf. Una grabación de esta obra, que fue hecha el día siguiente, aún permanece en el catálogo. Su debut en Nueva York consistió en una serie de siete recitales en diez días en el Carnegie Hall (octubre de 1960). La maestra más importante de la Escuela Juilliard, Rosina Lhevinne, lo elogió diciendo: “Richter es un inspirado poeta de la música, un fenómeno excepcional del siglo 20.”

Richter fue muy solicitado para presentaciones y grabaciones. Hizo giras por todo el mundo y actuó junto a las orquestas más importantes, pero pronto decidió que no quería ese tipo de vida. Estaba contra su naturaleza el asumir compromisos con años de anticipación. Prefería seguir sus impulsos y explorar nuevos repertorios.
En 1964 Richter, la familia Van de Velde y el productor de grabaciones Jacques Leiser crearon un festival anual: las Fiestas Musicales de Touraine. Richter debía pasar cada verano en la campiña francesa y dar algunos recitales con músicos colegas, incluyendo a Benjamín Britten, David Oistrakh, y Pierre Fournier. Richter amaba Francia y pasó allí treinta veranos.
Además de su carrera como pianista, Richter se dedicó a la pintura. Produjo algunas espléndidas acuarelas. No le gustaba el teléfono porque no permite ver a la persona con quien se está hablando. Tampoco le gustaban los aviones y prefería viajar en auto o en tren. Pero le encantaba viajar: en 1986 fue en auto desde Moscú a Vladivostok, en el Pacífico, dando conciertos en algunas pequeñas ciudades en el camino. Richter disfrutó mucho llevando su arte a los pequeños pueblos de Siberia a una edad en la que muchos colegas dejan de hacer presentaciones. También dio recitales en los que arriesgaba todo su prestigio permitiendo hacer grabaciones para su posterior distribución masiva. Durante sus últimos años se ganó la reputación de cancelar compromisos sobre la hora, sin aviso y de manera antojadiza. Richter siguió a su musa y vivió una vida precaria; según Francis van de Velde, “cuando necesitaba dinero, daba un concierto.”

El último concierto de Richter fue en Lubock (Alemania), a fines de marzo de 1995, tenía 80 años. En el programa había tres sonatas de Haydn y las Variaciones sobre temas de Beethoven de Max Reger. Richter murió en Moscú el primero de agosto de 1997, a los 82 años, víctima de un ataque al corazón.


(Fuente de información: luventicus.org.)

Estos son algunos videos interesantes en youtube de Richter:


MENDELSSOHN, VARIACIONES SERIAS





BEETHOVEN, SONATA OP. 31. NO. 2 "LA TEMPESTAD"



 


PROKOFIEV: SONATA NO 7: I. ALLEGRO INQUIETO



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