Por su parte el pianista Malcolm Frager pensaba que la música es basicamente la expresión en sonido de algo que el hombre experimenta en su vida. Por eso, si queremos entender mejor una obra musical, una buena idea puede ser indagar sobre algunos de sus elementos musicales: por ejemplo el significado de la tonalidad de do menor que ésta obra tiene.
Al hablar de la música del periodo Barroco hay que considerar que en ésta época se da la teoría de los afectos según la cual la música puede inspirar emociones, y ciertas características musicales pueden impulsar diferentes pasiones. En un tratado de 1806, Christian Schubart nos dice que la tonalidad de do menor expresa el lamento del amor infeliz, y los suspiros anhelantes del alma enferma de amor. Sin embargo en el barroco tardío, y específicamente en la música de Bach, tan cercana al sentimiento religioso, pienso que dicha tonalidad buscaba la expresión de sentimientos menos profanos.
Leonard Bernstein |
Enseguida veamos la cantata BWV 21 en do menor, que nos puede ayudar a profundizar en el significado de esa tonalidad y en los sentimientos que Bach puede expresar mediante ella. Esta obra adopta el nombre del texto qui tiene su primer coro y que dice: "Gran angustia tuve en mi corazón (pero tus consuelos confortan mi corazón"). En esta cantata encontramos constantemente la expresión de un intenso sufrimiento del que sólo se halla consuelo en Dios: esta obra está inspirada en el salmo que dice: "Pon todas tus preocupaciones en el Señor, porque él cuidará de ti."
Otro ejemplo del sufrimiento que esta obra expresa lo tenemos en la primera Aria (para soprano) cuyo texto dice así:
Suspiros, lágrimas, penas, calamidades, angustioso anhelo, pavor y muerte roen mi oprimido corazón.
Siento congoja y dolor.Y en otros momentos, como en el coro al final de la primera parte, aparece la otra idea que presenta esta cantata: la esperanza del creyente:
¿Porque te afliges, alma mía, y estás tan inquieta?
Espera en Dios, porque aún he de darle gracias, pues El es mi Dios y la ayuda de mi vida.
Cantata no. 21 en do menor
Siento que estos diferentes sentimientos de luz y sombra, de angustia y esperanza, también se encuentran en muchos momentos de la partita, sobretodo en el movimiento introductorio.
Hablando ya sobre las partitas en el siguiente enlace de este mismo blog se encuentran algunos aspectos históricos de esta obra: http://eliudnevarez.blogspot.mx/2013/07/las-partitas-de-bach.html
Otro elemento importante que se puede estudiar para entender esta obra son las características musicales de cada una de las danzas que la conforman.
Veamos un poco hacia cada movimiento que forma parte de esta obra.
El primer movimiento es una Sinfonía. En el barroco el término sinfonía se usaba para designar aquellas piezas orquestales de origen Italiano que servían como introducción para suites, operas o cantatas (la cantata mencionada arriba empieza también con una sinfonía). No existía una forma o estilo fijo ligado a este tipo de piezas; en éste periodo 'sinfonía' era simplemente uno de varios nombres usados para una pieza instrumental introductoria.
La sinfonía de esta partita tiene varias secciones que mantienen gran contraste entre sí.
La primera parte está marcada Grave-adagio y presenta el típico ritmo con puntillo, característico de otras piezas, que le da un carácter solemne y digno a la música. La segunda sección, Andante, pone el énfasis melódico en la parte aguda con una escritura más elaborada y un carácter inquieto y anhelante. La tercera sección es más rápida y es fugada.
Partita no. 2: Sinfonía, R. Tureck piano
Allemande.
Es una danza de compás binario y tiempo
moderado que surgió a principios del siglo 16. Thomas Morley nos dice que al principio esta danza tenía unos
pasos sencillos y que era“una danza más pesada que [la gallarda]
(representando así la naturaleza de la gente cuyo nombre lleva) de manera que
al bailarla no se usa ningún movimiento extraordinario.”
En el siglo 17 la Allemande se convierte
en una danza estilizada que regularmente aparece como el primer movimiento de
la suite. Estas allemandes tienen un tiempo moderado, con una breve anacrusa al
principio, y frecuentemente usan fluidas figuras que pasan a través de las diferentes voces en
una textura pseudocontrapuntística.
La Courante es una danza que se originó en el siglo 16 y que llegó a ser, a mediados del siglo 17, uno de los movimientos en el esquema fijo de la Suite. Al principio fue descrita como una danza (¡binaria!) con saltos y con una gran variedad de figuras, de acuerdo a la habilidad e imaginación del danzante. Thomas Morley la describe como "corriendo". En el siglo 17 la courante se estilizó en dos tipos: la corrente italiana y la courante francesa. La courante francesa es más refinada que su contraparte italiana. Su compás puede ser un moderado 3/4 o 6/4, con cambios frecuentes de uno a otro de estos tiempos lo cual le da a la danza su característica inestabilidad rítmica.
Igualmente ingeniosa es su textura que presenta un tejido contrapuntístico libre en el que el interés melódico cambia frecuentemente de una a otra voz. Muy apropiadamente ha sido comparada a los rápidos movimientos de un pez.
La Sarabande. Es una danza de los siglos
17 y 18 que tiene un tiempo ternario lento, un estilo digno, por lo general sin anacrusa,
y con frecuencia un acento o una prolongación en el segundo tiempo, así como
finales femeninos en sus frases.
Al principio fue probablemente una danza
de amor salvaje e incluso lasciva, ya que fue descrita y condenada por varios
escritores, entre ellos Cervantes.
En la suite, depués de la Sarabande aparecen las danzas opcionales que varían de una a otra suite. En esta partita Bach compone un Rondó o Rondeaux, que como sabemos alterna un primer tema (o tema A) con otros temas contrastantes resultando en la forma ABACADA.
Como último movimiento de una suite lo normal sería escuchar una giga, pero en este caso Bach escribe un Capriccio el cual adopta una forma fugada. En la segunda parte el tema es invertido y sólo al final aparece el motivo inicial de la primera parte.
En la suite, depués de la Sarabande aparecen las danzas opcionales que varían de una a otra suite. En esta partita Bach compone un Rondó o Rondeaux, que como sabemos alterna un primer tema (o tema A) con otros temas contrastantes resultando en la forma ABACADA.
Como último movimiento de una suite lo normal sería escuchar una giga, pero en este caso Bach escribe un Capriccio el cual adopta una forma fugada. En la segunda parte el tema es invertido y sólo al final aparece el motivo inicial de la primera parte.
Rosalyn Tureck interpreta el Capriccio de la Partita no. 2
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