A través de la música expresamos aquello que está más allá de las palabras, pero éstas también nos permiten entender mejor el arte de los sonidos.
Este es un espacio donde se presentan diversos temas relacionados con la música clásica para piano y con la experiencia musical del autor.
Al hablar de la obra musical de Haydn, Karl Geiringer la divide en cinco periodos: la juventud (1750-1760), el periodo de
preparación (1761-1770), el periodo intermedio (1771-1780), la madurez plena
(1781 a 1790) y la maestría suprema de 1791 a 1803.
Ese mismo autor nos revela que, a diferencia de
genios como Mozart, no existe nada sensacional en las primeras obras de Haydn;
ya que él se desarrolló muy lentamente como compositor, durante el
transcurso de varias décadas. De manera que su primer periodo se caracteriza
por una inmadurez juvenil y una dependencia en los modelos de otros
compositores.
Haydn empezó a componer aproximadamente a los 18
años de edad. En sus primeras obras el adopta los principios de la escuela
‘preclásica’ y crea composiciones ligeras, humorísticas y alegres. El fue un
exponente más del estilo galante y de ninguna manera el más destacado.
Como es sabido este movimiento pre-clásico,
llamado también Rococó, buscaba una liberación de las reglas estereotipadas y
de las convenciones rígidas del barroco, por ello los compositores preclásicos no eran
muy afectos de la escritura polifónica.
Para mediados del siglo 18 el ideal de la música que se buscaba componer podría describirse así: su
lenguaje debía ser universal, no delimitado por fronteras nacionales; debía ser
una música noble así como entretenida; debía ser expresiva dentro de los límites del
decoro; debía ser “natural”, en el sentido de estar libre de complicaciones
técnicas innecesarias así como de poder gustar inmediatamente a cualquier
oyente sensible.
PERIODO DE JUVENTUD En sus primeras obras, Haydn tomó de varios de sus
contemporáneos vieneses algunas características musicales como los cambios
repentinos de forte a piano, y de secciones fuertes en unísono a
secciones suaves armonizadas; el vals de Mannheim, que consiste en una
melodía que surge por grado conjunto con un crescendo y un acompañamiento sobre
una nota pedal. Al igual que otros compositores austriacos, como Monn y
Wagenseil, Haydn compuso sinfonías de tres y cuatro movimientos, y escribió
recapitulaciones que presentan por completo el material de la exposición.
Mientras que su música orquestal favorece la
sinfonía con algunas pequeñas influencias de la suite, sus obras para piano
estuvieron basadas en la suite con ligeras influencias de la sinfonía. En sus
divertimentos, partitas o cassaziones Haydn sigue de cerca el estilo
‘preclásico’. Por ejemplo sus minuetos usan el típico movimiento de tresillos y
cadencias formalistas que muestran el espíritu del rococó.
Su primera sonata
muestra al compositor completamente influenciado por el arte del austriaco
Wagenseil. Algunas características musicales típicas del estilo vienés del rococó son: uso de la misma tonalidad en sus tres movimientos, utiliza el nombre de partita,
la inclusión de un minuet con un trio en el modo paralelo menor, los bajos de
Alberti, la aparición de melodías que parecen haber sido concebidas primero
para el violin y después arregladas para el piano, y una clara separación de
los tres temas en la exposición del primer movimiento.
PERIODO DE PREPARACION O DE TRANSICION
La década de 1760s fue
para Haydn una época de transición en la que lentamente encontró la manera de
expresar su verdadero ser. Para ello buscó dominar la gran herencia musical del
pasado preservándola en sus propias obras; a la larga esto le permitiría dejar de ser uno más
de los compositores del pre-Clásico y convertirse en uno de los grandes maestros del periodo Clásico junto con Mozart y Beethoven. Es sobretodo en este periodo cuando los viejos
y nuevos elementos musicales se entrelazan más cercanamente en su música.
En sus sonatas para
piano de este periodo la presencia del pasado es evidente en el carácter de la
suite que las domina: el minuet está siempre presente, y la mayoría mantiene la
misma tonalidad en todos sus movimientos. Además en estas obras se refleja en
su escritura la influencia de la música para ensamble. Por ejemplo en su sonata en Do mayor Hob. XVI: 15 varios pasajes parecen haber sido concebidos para el violín con bajo continuo. De hecho existe otra versión de esta obra para alientos y cuerdas: es su Cassation en Do Hob. II: 11.
Mientras más se acerca uno a las obras de su siguiente periodo más se encuentra la influencia de Carl Philipp Emanuel Bach. Por ejemplo su sonata hob. xvi no. 19 de 1767 muestra varias características musicales que provienen del gran hijo de J. S. Bach: una transparencia en la escritura a dos partes, el acompañamiento de melodías en el registro agudo por bajos en el registro grave que descansan en los tiempos fuertes del compás, el dramático desarrollo en el primer movimiento, la amplia melodía en la voz de barítono del tema subsidiario en el segundo movimiento, y sobre todo, la incansable intensidad de sentimiento que permea toda la obra.
PERIODO INTERMEDIO
Para el periodo de 1771 a 1780 Haydn parece haberse cansado del encanto y gracia del estilo rococó; ahora era más importante para él la expresión de sentimientos personales y de emociones.
Se dice que el impulso para este cambio en Haydn provino desde afuera. Principalmente del movimiento literario alemán y de Rousseau cuyo eslogan era "regresar a la naturaleza." Esta tendencia, que comúnmente se le llama Sturm und Drang, alcanzó su climax en 1772 en las obras del compositor ya que después esta tendencia romanticista se fue moderando, aun cuando sus efectos se siguieron manifestando en toda esa década. La Sonata en do menor Hob. XVI: 20 de 1771 toma como modelo a Carl Philip Emanuel Bach "con su típico proceder tanteando, con calderones en cada cadencia significativa."
Sobre esta
obra Geiringer dice: “en esta composición, la única del maestro en do menor, todas las
restricciones formales del estilo galante se rompen, y la pasión y el sentimiento subjetivo
triunfan.”
PERIODO DE MADUREZ
La sonata en mi bemol mayor, Hob. XVI: no. 49, pertenece al final del cuarto periodo de
Haydn, el de madurez plena; aunque algunos autores la ubican al principio de su etapa
final: la de maestría absoluta. En las obras de éste tiempo ya se han superado los adornos
del rococó y el exagerado sentimentalismo del periodo “sturm und drang”, aunque éstos
dejan su huella en el maestro. De la combinación de diversas características en los
periodos segundo y tercero surgió el estilo clásico en su plena madurez, en el cual el
principio de elaboración temática alcanzó su uso más amplio.
Geiringer nos dice que el término ‘clásico’ difícilmente puede ser mejor explicado que con las palabras “bien balanceado”. En la música clásica uno encuentra una combinación
perfecta del trabajo de la mente y del trabajo del corazón; la inspiración es tan importante
como la acción del intelecto. Buen humor y seriedad, el espíritu trágico y el cómico son
llamados a hacer sus contribuciones. Además las obras clásicas parecen nacer de las
cualidades fundamentales de los instrumentos o voces para los cuales fueron escritos.
Todos los problemas técnicos están completamente resueltos, y las composiciones no son
ni demasiado largas ni demasiado cortas. Las ideas musicales encajan en la forma
musical a la perfección.
Un factor importante para Haydn, que le permitiría alcanzar dicha madurez, es la
presencia de Mozart en Viena. Aun cuando Haydn había pasado por un desarrollo
artístico que parecía llevarlo inevitablemente hacia el clasicismo, su obra difícilmente
habría alcanzado toda su perfección si no hubiese estado asociado artísticamente con
Mozart, quien llegó a Viena en 1781. Y, para ser más precisos, se debe señalar que no
sólo Haydn permitió ser influenciado por el joven genio sino que también Haydn tuvo
influencia en Mozart. De esta manera, al ayudarse el uno al otro, los dos alcanzaron en
los 1780s la consumación del estilo clásico y su plena madurez artística.
Con respecto a la sonata Hob. XVI no. 49, que fue una de las últimas que Haydn escribió,
sabemos que el compositor la dedicó a María Anna von Genzinger, quien fue una
consumada músico, amiga, así como la esposa del médico personal de Esterházy. Al
estudiar su correspondencia algunos estudiosos han pensado que la relación entre ella y
Haydn parece implicar sentimientos que van más allá de una amistad platónica. Geiringer nos dice que en esta sonata Haydn se olvidó por completo de propósitos
educacionales para su música y se dejó llevar solamente por su inspiración.
Esta sonata fue escrita en 1789/90. Fue publicada con el título "Grande Sonate per il
Fortepiano.” El primer y el tercer movimientos fueron escritos 1789, como muestran las
cartas de Haydn. El manuscrito final tiene fecha del 1ro. de junio de 1790, pero esa fecha
sólo se aplica al recién compuesto Adagio, y tal vez a la revisión final de toda la obra.
En julio 11, María Anna le escribió a Haydn desde Viena para decirle que la obra le gustaba mucho,
pero que le agradecería si podía simplificar la sección en si bemol menor del Adagio
donde las manos se cruzan. Haydn prometió escribir otra versión simplificada pero nunca
la realizó.
Bibliografía:
Geiringer, Karl. Haydn: A Creative Life in Music. Berkeley: University of California Press. 1982.
Grout, Donald Jay. A History of Western Music. New York:
W.W. Norton Company, 1980.
Pestelli, Giorgio. La época de Mozart y Beethoven. Madrid: Conaculta, 1999.
Ratner, Leonard G. Classic Music. New York: Schirmer Books,
1980.