Por otra parte, Schumann es probablemente el compositor romántico cuya
música refleja la mayor influencia literaria; se dice que escribía poesía al
mismo tiempo que componía. El desarrolló su imaginación poético-musical en la
lectura de Goethe, Jean Paul Richter, y Byron.
ORIGEN DE LA OBRA
En 1834, Schumann conoció a Ernestine von Fricken, alumna de su maestro
Friedrich Wieck, y se enamoró de ella. Sin embargo, a pesar de haberse
comprometido secretamente con la joven, la relación terminó a finales de 1835.
El Baron von Fricken, padre de esta joven y compositor amateur, fue
quien proporcionó a Schumann el tema que, después de algunos cambios, sirvió de
base para los Estudios Sinfónicos.
En su forma original estos Estudios fueron completados hacia el final de
1834 y sin duda alguna le sirvieron a Schumann para impresionar al Baron y a
Ernestine. Como era su costumbre, Schumann uso su composición para más de un
propósito. Así, cuando finalmente fue publicada, esta obra fue dedicada al
compositor inglés William Sterndale, miembro del grupo musical que Schumann y
Mendelssohn conducían.
La mayoría de los estudios son variaciones sobre el tema de von Frickenn.
Sin embargo los números 3 y 9 están basados en diferente material temático.
CARACTER DE SCHUMANN
Schumann es el prototipo del joven romántico, talentoso, sentimental, que
va de un exceso a otro, y se encuentra siempre lleno de conflictos.
Por ejemplo, en una carta de 1830, el compositor le escribe al profesor
Friedrich Dick pidiéndole que lo tome como su discípulo:
¡Respetado amigo! Tome mi mano y guíeme; le seguiré a donde usted quiera, sin arrancarme la venda de los ojos, para que no me deslumbre la brillantez. Quisiera que pudiese usted ver en mi corazón al presente; todo está en calma ahora, y un alba delicada y luminosa envuelve el mundo entero.
Sin embargo, una carta posterior nos muestra que esa calma no había durado:
En 1833 empecé a ser atacado por una melancolía que no quise tratar de explicar; procedía del desencanto que experimenta todo artista cuando las cosas no van tan de prisa como esperó. Encontré poco aprecio y luego llegó la pérdida de mi mano derecha para tocar... durante la noche del 17 al 18 de octubre de 1833 me visitó de pronto el más terrible pensamiento que pueda acudir a un ser humano... el de ‘perder la razón’; me dominó tan abrumadoramente que todo bienestar, todo recurso a la plegaria fue silenciado y tornado irrisorio.
A la postre esta premonición de una decadencia mental se haría realidad y
acabaría con su vida a los 45 años de edad.
Estas luchas se reflejan también en la música de Schumann, que encarna más
plenamente que la de cualquier otro compositor las profundidades,
contradicciones y tensiones del espíritu Romántico. Las cuales se manifestaron
en sus obras y en su personalidad artística en los dos personajes ya
mencionados: Florestan y Eusebio, el primero de carácter vehemente y fuerte, y
el segundo gentil y poético.
Finalmente, hay que mencionar que en su música para piano el elemento de
virtuosismo siempre se subordina a la idea poética.
Obras consultadas para la entrada:
Paul Henry Lang. Music in Western Civilization.
Leslie Gerber. Artículo sobre Schumann.
Estudios Sinfónicos op. 13 (nos. 1-11).
